viernes, diciembre 24, 2010

Paz, qué menos, qué más

"Por la felcidad de todos que un día ha de venir" Rodolfo Walsh.

Comparto con ustedes un deseo de Navidad. Toda la realidad es algo que se sueña. A veces la sueñan otros; ojalá soñemos juntos una realidad distinta, podamos cambiarla y transformemos la sociedad. A paso de vencedores y en paz. Feliz Navidad.

sábado, diciembre 04, 2010

De magos, vidas y memorias

Un día le escribí a los magos: entre la infinidad de los posibles, elijo uno, que gane esa sonrisa, que brille, un punto de tracción que me lleva a la totalidad. Al final, cuánta razón tiene la mujer poeta: la lucha, la brisa y el baile se hacen en la orilla del río. Mago no te olvides. Como en la manzana, un mordisco en forma de medialuna te demarca el universo. Si es invernadero no es el bosque, es una parcela, una ínfima porción de tierra que se arroga el derecho de la sombra, ante tanto sol. Es fácil ser revolucionario en el anonimato: pseudo valientes anónimos les digo: cagones! sólo los que cortan el viento a la orilla del río viven, no olvidan y bailan, para siempre.

jueves, septiembre 16, 2010

Las paredes hablan

Tuvo un ataque de pasión y dibujó un corazón y lo cruzó con una flecha, ahí donde estaba el nombre de su chica. Parece exitir un acuerdo en proclamar nuestra adolescencia, porque la tuvimos en un tiempo de oscuridades, como la era de las pasiones tristes. Nada que ver, me envuelvo en la cálida nostalgia que esos años me enseñaron a experimentar y rescato imágenes de las paredes de mi barrio, paredes que hablaban con pasiones sanguíneas. "Somos la vida", "queremos cambiar la sociedad" escribían algunos. "Somos la rabia" ponían otros. Y otros se lo tachaban y ponían "somos la vacuna". "Viva Perón carajo" o "Las paredes hablan lo que el pueblo se calla" y el universal "Te amo". Las paredes hablaban. Los pibes las escribían como si se jugaran el pellejo en cada frase. Con pasión genuina. Y los que las escribíamos eramos felices. Hoy, donde mucho se escribe en otras paredes -muros digitales donde la mayoría pone poca pasión y mucha egolatría- quedan muchos que todavía escriben las paredes. Con la misma alegría. Con la misma pasión. Date una vuelta por tu barrio. Escuchá lo que te dicen las paredes. Y si te animás, desatá los demonios y escribite una frase. ¿Qué pondrías?

sábado, septiembre 11, 2010

Respuestas a una misma pregunta

Una revolución comunicacional se está gestando en la Red. ¿Alguna vez te preguntaste qué te está aportando el hecho de estar en las redes sociales y qué cosas son las que más valoras? Una, dos, veinte respuestas a una misma pregunta. Respuestas que se pueden interpretar como soluciones o beneficios no sólo en lo personal, sino en lo profesional también. Antes de que existieran las redes sociales eran cuestiones que valorábamos, nos importaban y considerábamos imprescindibles para conseguir mejores resultados en nuestros entornos. La novedad radica en que ahora podemos conseguirlas, no sólo a través de los medios tradicionales, sino de forma más rápida y eficiente a través de las Redes Sociales. Sigo sorprendiéndome, de la poca utilización de las Redes Sociales por parte de muchos profesionales del mundo de la comunicación. ¿Por qué no enseñamos a utilizarlas estratégica y debidamente? ¿Por qué no analizamos cómo los medios sociales pueden ayudar a nuestra profesión?. ¿Cómo puede la Universidad enseñar a leer y escribir en las redes sociales? Eso es lo que debatimos, entre otras cuestiones, este sábado en la Facultad de Periodismo de la Universidad de La Plata en el Primer Encuentro de la Línea de Escritura. Un sábado intenso, del cual estoy muy agradecido que me hayan permitido participar. Si te interesa http://www.cile.perio.unlp.edu.ar/presentacion.php

lunes, julio 05, 2010

El día que la pelota se detuvo

El New York Times le había pedido disculpas un día antes. Quienes hasta ese día disfrutaban con bastardearlo reconocían que el tipo era un líder, que lo que hizo como jugador lo podía transmitir como técnico, que podía cambiar su arrogante forma de ser y que merecía una nueva oportunidad. Hasta que en el planeta Fútbol la pelota se detuvo. En un modelo social global en el que se impone el ganar como sea, tanto en el fútbol como en la vida, del castigo por la derrota no se excluye a alguien como Diego Maradona. Por el contrario, con el resultado en la mano, sólo cabe la saña. Pero se sorprendieron. Lejos de defenestrarlo, el pueblo que lo entronizó como mito viviente lo banca. El pueblo, no "la gente". Veinte mil lo fueron a esperar a Ezeiza. A él. Al pibe pobre que soñaba en su niñez con jugar un Mundial y ganarlo. Al que se calzó la corona en México. Al que lloró en Italia. Al que le cortaron las piernas en EE.UU. El que con su prodigiosa zurda nos enseñó a soñar. El sueño mundialista. Porque en el fútbol, como en la vida, los sueños no son tan irreales como se suele pensar. Los sueños permanecen con nosotros hasta que un día se cristalizan. No fue en Sudáfrica, será en Río. Los que amamos el fútbol soñamos, porque creemos en D10S. El manifiesto maradoniano sigue vigente.

sábado, mayo 29, 2010

La versión de los recuerdos

Siempre hay una versión de nosotros oculta, que surge a medida que aparecen nuestros recuerdos. Una manera de encontrar esa versión es un iluminador ejercicio de memoria que, a la vez, aumenta nuestra apreciación de esos buenos momentos. Pueden ser, en cualquier orden cronológico, sonidos, imágenes u olores, o una combinaciòn de todos. Acá va una lista de 10 cosas que impresionaron mis recuerdos: el ensordecedor silencio de un atardecer en Puerto Pirámides, un diálogo entre una madre y su bebé, el olor de la madera de mi casa en Punta cuando volví, una hipnótica visiòn de la Vía Láctea (noche genial en playa El kaiser), el grito de gol de 90 mil hichas de River cuando Funes hizo el gol, Fran y Magui chiquitos matándose de risa, cualquier ocasión cuando se canta el himno, el humo y las chispas de una fogata en invierno, ESA sonrisa, rompen las olas y graznan unas gaviotas. Ahora, si te copa, dejame tu lista de recuerdos favoritos, así aprendo algo más de vos.