Navegamos en estas aguas,caminamos en el aire rojo mientras llueve,
debe ser Dios que llora porque lo negamos:
sólo creemos en nosotros.
La soberbia de los navegantes
Navegamos en estas aguas,
La esfera apareció y en su caída rozó el ala del último pájaro que buscaba refugio. Tocó la seda de la pluma, reflejó el iris dorado del ave y siguió su viaje en caída libre. Navegó el aire y por un momento flotó, esas cosas de las esferas, que se hamacan en el aire. Cayó un poco más, besó la hoja y se durmió.