martes, octubre 13, 2009

Navegando

Me gusta navegar. Cualquiera que haya experimentado la experiencia de sentir cómo se desplaza una tabla, un barco o donde uno esté a bordo cuando el viento empuja podrá tranquilamente enriquecer y mejorar este comentario. En mi caso tal vez sea hereditario, pero no es genérico: conozco mejores navegantes que no tienen un solo pariente que lo haya hecho en su vida y sin embargo aman esta actividad. Me gusta por esa loca combinación de adrenalina y serenidad que vivís navegando. Desde chico me gusta el mar, estamos conectados y navegando redescubrí esa conexión.

6 comentarios:

Capitán Macu dijo...

Totalmente de acuerdo, desde los que regatean y lo viven como deporte a los que patachean y pasean tranquilos. Navegar es una experiencia que recomiendo, no tiene limites de edad y siempre se puede empezar a aprender (y nunca se termina de aprender). Aguante Kontenidos Nautikos Lokos!!

Omar Anziano dijo...

Ruben, lleve un velero a Angras hace unos años, y un año desp lo fui a buscar...excelente experiencia

muymarcelo dijo...

bien ruben, es real lo que decis, en mi familia nadie es navegante, y la verdad que todas las veces que salimos fue una experiencia muy copada, salvo fito cuando se cayo con la camara, pero esa epoca de los sabados se extraña, hagamos una vaquita y compremos un velerito, aunque sea solo para comer un asado los sabados. el capitan macu tiene razon, aguante contenidos nauticos locos, perdona por no escribir la letra ca, pero viste... me cuesta.
un abrazo

Unknown dijo...

si querido, comparto eso con vos. A mi me gusta navegar siempre, y si no estoy cerca del agua, navego con mi mente, me encanta, sobre una tabla, un barco o como sea.
Q mejor terapia para conseguir un poco de relax en este mundo extremadamente acelerado....

BOARDING 4 LIFE.

Fitoman dijo...

Coincido totalmente, el agua tiene un poder magnetico mezclando como dijo ruben adrenalina y serenidad, para todos los gustos! Y por cierto la camarita resulto buena xq sobrevivió al chapuzón y todavia anda!!! algunas fotos salen con burbujas pero bue, todo no se puede! jejeje.

Lau dijo...

Me gustó. No sabía que navegabas.
A mí también me encanta. El espíritu de equipo es una de las cosas que me gusta. Otra, que uno está enfrentado a la naturaleza y lo que pueda suceder arriba del barco depende de ella y de uno.
A veces, cuando me abstraigo y me acuerdo de alguna sudestada que me ha tocado volviendo de Uruguay, pienso que hay que estar loca para embarcarse. Pero lo vuelvo a hacer cada vez que puedo.
Navegar deja muchas enseñanzas. Entre ellas, que no es posible desafiar al destino ni confiarse demasiado, que hay que estar atento y ser prudente; que, en el rol que le asignen a uno, uno tiene la responsabilidad de cuidar a todo el grupo; que el brindis de arribo tiene la magia de haber compartido mucho con los camaradas y haber logrado, entre todos, llegar a tierra; que el conocimiento de las personas, las diferencias, las coincidencias, los enojos y las risas que se viven a bordo, nos enriquecen el espíritu.